lunes, 26 de octubre de 2009

La hipótesis de partida para salir de la crisis

Si parece que está relativamente claro cuales son las premisas iniciales para empezar a vislumbrar la luz al final del túnel, es momento que los gobernantes tomen nota y activen las "palancas" y procesos adecuados para ello, si bien es innegable que "vamos tarde" y hemos dejado atrás un coste de oportunidad elevado en términos de PIB y de empleo mantenido.
Aliviar la carga inmobiliaria es la primera de las hipótesis de partida, es decir, hay que empezar a soltar el lastre de la economía nacional que antes fue el que nos aupó al éxito efímero, el ingente stock de viviendas de que disponemos en este país. Este movimiento inicial del engranaje económico nacional debe ser acompañado de la liquidez bancaria y crediticia, a modo de "3 en 1" que facilite este movimiento, unido finalmente y como proceso continuado y a medio plazo por una diversificación y cambio de la estructura económica de la nave (jubilemos a los viejos marineros y formemos a los grumetes especializados en nuevas tecnologías, I+D y esas otras actividades que algunos piensan que de forma mágica e inmediata comenzarán a gestar los nuevos incrementos de PIB).
Estas creo que son las claves y las hipótesis de partida fundamentales para reactivar el funcionamiento de la economía y la creación de empleo como efecto a corto plazo, acompañado de flexibilizaciones en el mercado de trabajo, aumento de la productividad, mejora de la especialización y sobre todo, iniciativas prácticas y rentables de los gobernantes complacientes, regalones y alejados de la realidad.
Un análisis claro, directo y con implicaciones comerciales y empresariales es el realizado hoy en El Economista por Jaume Llopis.

domingo, 25 de octubre de 2009

La niebla oculta los brotes

Las cifras nos demuestran la realidad de la economía española, siendo peor su posición si la comparamos con el resto de países de nuestro entorno. Los motivos, varios: la coyuntura económica de nuestro país, la rigidez del mercado laboral, el déficit formativo y educacional, la ineptitud de nuestros actuales dirigentes... el no reconocer un problema a tiempo no solo ha retrasado la toma de decisiones correctivas y su incidencia, sino que su falta de acierto se ha visto aún más agravada por la demora en el reconocimiento de la crisis. Es decir, peor imposible.
Este gobierno no reconoció la crisis a tiempo, cuando lo hizo se preocupó más de "limpiar sus manos" y ejercer de Pilatos que de adoptar medidas y ayudar a los ciudadanos y cuando se decidió a hacerlo además de tarde lo hizo mal, agravando los efectos de este tumor que recorre todas las ciudades españolas. Quizá la globalización nos ayude y nos veamos favorecidos por un "efecto arrastre" en virtud de la progresión de los países de nuestro entorno pero lo que no se puede negar es que las medidas no han sido las idóneas. A modo de ejemplo basta leer este artículo de El Economista donde nos muestra ciertas políticas adoptadas en otros países de la U.E. Ahora nos cuentan que los brotes siguen estando ahí lo que pasa es que las diferentes "nieblas" no nos permiten verlos, la del aborto, la de Gurtel y aquellas que el gobierno cual cineasta grabando en un Londres otoñal se dedica a generar de forma calculada y temporizada. Desgraciadamente esa niebla oculta la realidad, una realidad sin brotes, de dinero malgastado e improductivo, de desempleo creciente y negras perspectivas que nos muestra El País en un estremecedor artículo...esperemos que los ciudadanos seamos los suficientemente independientes como para levantar esa brisa que disipe la niebla y una vez vista la realidad empezar a trabajar desde un necesario cambio de gobierno para enmendar el futuro de millones de personas.