domingo, 24 de mayo de 2009

El PSOE se va de campaña "de guerra" electoral

La verdad es que me sobran adjetivos para calificar el inicio de la campaña electoral del PSOE, pero sin duda que existirán más ocasiones para exponer la variedad de vocablos de nuestra lengua. Sinceramente, me resulta lamentable que el primer vídeo de campaña realizado por el partido gobernante no aporte ninguna idea, solución o razón constructiva para el voto a este partido. El insulto fácil y los falsos tópicos siguen siendo el principio de actuación y de captación de votos empleado, manteniendo aquella "generación de tensión" confesada por Zapatero a Gabilondo hace ya algún tiempo...seguimos en la misma línea y así nos va.
Sería muy fácil responder con la misma estrategia, pero no debemos caer en la tentación de hacerlo y debemos mantenernos firmes en nuestras convicciones, nuestras ideas y en la responsabilidad de hacer política de forma constructiva, educada y respetuosa con el rival, como siempre debió ser. Para aquellos que aún no hayan visto el vídeo de campaña del PSOE, no tienen más que buscarlo en su web (donde se enorgullecen de las visitas al mismo) o en Youtube.
Podríamos hacer un vídeo con imágenes escabrosas del aborto, con ejemplos de los dramas diarios que se producen entre las familias españolas por la pérdida del empleo, etc..pero no merece la pena, porque el ciudadano español en las circunstancias que atravesamos está más necesitado de propuestas, de soluciones, de alternativas y de ideas que nos ayuden a avanzar.
A propósito de posibles vídeos electorales, en ABC nos hablan de uno que podría ser pero no será.

domingo, 17 de mayo de 2009

"Menos ladrillo y más ordenadores"

Con esta frase simplifica el señor Zapatero el rumbo económico a adoptar por el país en los próximos años, simple verdad. Podemos pensar que se refiere a realizar un intercambio a modo de trueque entre ambos elementos, lo que nos retrotraería a la más antiguo forma de intercambio económico, con la que se iniciaron las relaciones comerciales y la primigenia economía de la historia "el trueque". Pero no, realmente nos quiere transmitir su idea de cambio en el modelo productivo futuro..la verdad es que la frase queda "que ni pintá",fruto de la indomable productividad de sus innumerables asesores, aún más si es pronunciado ante una masa enfervorizada de seguidores zapateriles.
Quizás no sea del todo mala la idea, lo que ocurre que su simplicidad teórica engloba una enorme complejidad en su ejecución y su desarrollo. El cambio en el modelo productivo no es tan simple, más aún si consideramos las rigideces de la economía española en aspectos como el modelo educativo, la movilidad laboral, la productividad de la mano de obra y, lo que es más importante, la historia económica reciente de nuestro país, caracterizada por una dependencia económica espectacular del sector de la construcción.
Lo ideal es generar una transición rápida y evolutiva del modelo económico actual a otro basado en el que exista una primacía de los sectores con un mayor potencial de crecimiento, reduciendo paulatinamente el peso de la construcción, fomentando la innovación, el desarrollo tecnológico, mejorando la productividad como mecanismo para generar diferenciaciones positivas, primando la calidad y la formación de la mano de obra, generando un sistema educativo de calidad y orientado a la especialización en los sectores con mayor potencial.
La ejecución inmediata de reformas es vital para el bienestar ciudadano de los próximos años y debemos tener claro que no se puede "olvidar" el modelo productivo nacional y hacer "borrón y cuenta nueva", hay que tener claro que el proceso debe ser gradual y evolutivo, no por ello menos inmediato y profundo y hay que tener en cuenta a la construcción ya que a corto plazo tenemos una dependencia directa e importante de ella.
La simplicidad de la frase es tal que en algunos casos indigna y otros sonroja, no hay más que ver dos artículos publicados en El País este fin de semana, siendo especialmente interesante el titulado "Otro modelo, pero en serio".

domingo, 10 de mayo de 2009

No se que me da más miedo....

No pensemos mal respecto a lo del miedo.....aunque en la foto aparezca De la Vega sigo temiendo más a Zapatero.

Me resulta realmente aterrador el artículo que aparece hoy en El Economista según el cual el autor de "El Crash de 2010" cree que el PIB caerá el 20% en 4 años. Su autor es Santiago Niño Becerra, Catedrático de Economía de la Universidad Ramón Llull, que ha saltado a la fama económico mediática en el último año gracias a las previsiones de crisis que realizó en el año 2006. En este documento prevé cifras de desempleo de hasta el 30%, así como que hasta el año 2015 no se reiniciará la senda de la recuperación.

Hay que valorar que en el momento en que realizó sus previsiones, nada ni nadie indicaba la posibilidad de una crisis de estas dimensiones; por otro lado, hay que considerar que es una situación inédita para una economía como la actual, globalizada, tecnificada y con multitud de "hilos conductores" en todos los niveles, lo que hace más difícil adivinar las decisiones correctoras que se van a tomar por todos los estamentos involucrados y por lo tanto definir el resultado de estas acciones y su desarrollo temporal.

Esperemos que Santiago Niño a la hora de hacer sus previsiones errase en los efectos de las acciones realizadas a nivel mundial y recemos para que una de sus hipótesis de partida para valorar la duración de la crisis fuera la permanencia de Zapatero y su equipo en el poder, aunque visto por otro lado no contaba con las incorporaciones estrella de Blanco, Chaves y Salgado....cada vez me está dando más miedo....esperemos que no edite una edición revisada y actualizada de su libro.

domingo, 3 de mayo de 2009

El ladrillo seguirá siendo determinante...no debemos olvidar

A pesar de la multitud de noticias, cifras y previsiones que estamos recibiendo en las últimas semanas, no debemos olvidar aquello que fue fundamento del crecimiento económico y de la crisis en la economía española: el sector de la construcción, el ladrillo, el mercado inmobiliario o cualquier otra denominación que queramos dar a esa actividad consistente en la construcción de viviendas en busca de los beneficios de los promotores.
Por un lado el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz asegura que "aún viviremos" una "recesión larga", mientras que por otro leemos noticias relativas a la supuesta mejora de expectativas de la economía norteamericana en artículos como el publicado por El Economista, donde hacer referencia a la evolución positiva del Indice de Confianza del Consumidor y augura que un leve repunte de la demanda generaría inmediatos incrementos de la producción en base a la drástica reducción de los stocks de las empresas.
No debemos olvidar que el ciclo expansivo de la economía española vino de la mano de un excelso crecimiento de la actividad promotora en España, situando como determina la estructura económica de nuestro país a la construcción como motor de nuestro crecimiento. La situación actual varía según las fuentes consultadas, pero no deja duda a la existencia de una gran bolsa de viviendas (entorno a 1 millón) que conforman una elevada oferta, lo que unido a las dificultades para el pago de las hipotecas pendientes (que puede ampliar aún más la oferta disponible) "empuja" a la baja el precio de mercado derivado de la interacción de Oferta y Demanda. Cuando la situación económica a nivel mundial comience a mejorar no debemos olvidar el lastre que supondrá este exceso de oferta para la iniciación de nuevas promociones y para la continuación de una senda de crecimiento económico sostenido.
Esta será una situación única entre los países de nuestro entorno, por su dimensión y la dependencia nacional de la misma. Implicará que la reactivación definitiva no se producirá hasta que este stock comience a reducirse de forma importante, lo que unido a la disminución o ajuste de los precios no supondrá una motivación adicional para los promotores para retomar su actividad. Proceso que durará varios años. Se podrá fomentar e incentivar el desvío de la actividad hacia otros sectores productivos, pero desgraciadamente la estructura económica de una nación no se varía "en dos días", de modo que para reducir la duración de la crisis se deberán realizar multitud de ajustes en muchos aspectos (incentivación al emprendedor, reducción impositiva a la empresa, fomento de la actividad industrial, evolución del turismo hacia una actividad diferenciada por su calidad, mejora formativa y educacional....).
En nuestro país y como lo ha venido siendo en las últimas décadas...el ladrillo tendrá la última palabra y seguirá siendo el factor clave de la recuperación... y algún día volveremos a vivir otra "burbuja inmobiliaria" ... y cuando preguntemos a un albañil nos volverá a responder ..."aquí andamios".