domingo, 22 de marzo de 2009

Simplificando la crisis

Tras leer "La Crisis Ninja", magnífico documento que sintetiza el origen de la actual crisis desde una perspectiva global, me atrevo a lanzar un enfoque más simplista y quizás burdo pero que puede explicar en parte las circunstancias a las que nos enfrentamos los "ciudadanos de a pie".

La situación habitual hace unos cuatro años era la siguiente, repitiéndose en múltiples entidades bancarias repartidas en todo el territorio nacional:
Pereja de veinteañeros, recién incorporados al mercado laboral con contratos temporales, con un acceso rápido al mismo, con sueldos medios pero con grandes dosis de ilusión y de amor, engendrados en pleno "Baby Boom" y aderezados con un proceso de incorporación de la mujer al mercado laboral, una bonanza económica coyuntural y bajos tipos de interés; la escena era la siguiente:
Pareja: ¿Cuánto tendremos que pagar mensualmente de hipoteca?
Banquero opción 1: 1.000 € al mes.
Banquero opción 2: 1.000 € al mes con el Euribor al 2,5, en caso de que este aumente, la revisión será de Euribor + 0,9.
Pareja: 250 € de tu coche, 150 € del mío, más los 1.000 € de hipoteca, son 1.400 €, o sea, tus 1.100 € de sueldo más mis 1.000 €, nos sobrarían 700 €.....huuummm nos podremos incluso ir de vacaciones.
Pareja: No sé, igual vamos a ir un poco apretados....pero.....es que si esperamos un mes más nos vamos a encontrar con que el piso no va a costar 40 millones sino 41 y nos va a salir aún más caro. Además, si la cosa se complicara que lo dudo, siempre nos quedaría la opción de venderlo, ya sabes que "el ladrillo nunca baja".
Y llegaba el silencio del banquero o las explicaciones oportunas ante las que, por amor, ilusión o ignorancia, la pareja hacía oídos sordos, por lo que ya sea por el componente variable del salario del empleado, por la "manga ancha" de los Analistas de Riesgo o por las políticas arriesgadas de las direcciones de los bancos las operaciones se cerraban a cientos de ellas por día.
La demanda de vivienda se incrementaba por una concurrencia de factores poco habitual:
- La cantidad de población en edad - originada por el Baby Boom- de acceder a una vivienda en propiedad (unido a la "filosofía nacional del coche y la casa").
- La situación de crecimiento económico.
- Los bajos tipos de interés, que invitaban a endeudarse a bajo coste.
- La moneda única y sus efectos en términos de afloración de dinero de origen dudoso.
- La incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo, con el consiguiente un aumento del poder adquisitivo.
- La creencia en el constante crecimiento de precios del mercado de la vivienda.
Ahora llega el momento en el que el escenario cambia y empezamos a enterarnos que ese señor Euribor que era como Torrebruno empieza a crecer no sabemos porqué pero a nosotros nos está perjudicando seriamente. Además, hay tantas viviendas construídas que ya no se venden tan rápido y los señores promotores empiezan a frenar el ritmo de la construcción, de modo que entre el Euribor que sube, los precios que están a niveles increíbles y que con el ritmo que llevábamos nos hemos "pasado de frenada" construyendo viviendas la construcción empieza a ralentizarse. Pero cuál es nuestra sorpresa cuando descubrimos que la construcción es el motor de la Economía española y la demanda de la gran mayoría de sectores de actividad empieza a caer....y despiden a nuestro amigo...y a nuestro vecino....y a nuestra señora y no podemos pagar la hipoteca.
El resto del cuento ya lo sabemos, pero todavía no ha llegado el final, lo que creo que está claro es que "Simplificando la crisis, gran parte de culpa la tiene los bancos y .....el amor que es ciego".

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